top of page

Como la metáfora de los porcinos salvajes



Dr. Luis Octavio Cotero Bernal.


Tanto los integrantes de los congresos locales, como los integrantes del congreso de la unión, con sus muy contadas excepciones, en la medida que, fueron recibiendo las migajas del poder, también fueron enfocando su función a satisfacer intereses de terceros y sus propios intereses.


Los espacios en los congresos son desde luego, cargos que, representan una posición significativa e importante en la vida de la república, pues con las proporciones constitucionales guardadas, son los órganos reguladores del funcionamiento adecuado de los otros dos poderes: el ejecutivo y el judicial.


Una actuación debida de los integrantes de los congresos en un gobierno republicano, debe lograr el equilibrio del poder, acorde al sistema de gobierno que, adoptamos los mexicanos.


Los integrantes de los tres poderes, tanto a nivel federal como a nivel local, están obligados a respetar la Constitución Federal, así como las constituciones de los estados, lo que, conforme a la literalidad de la Constitución, si los poderes legislativos (federal y estatales), cumplieran e hicieran cumplir ese máximo código nacional, cuyo contenido al asumir el cargo, los servidores públicos protestaron cumplir y hacerla cumplir, la historia de nuestro país sería otra.


Desafortunadamente en este país, cotidianamente vemos como esa protesta o juramente es letra muerta, pues desde el propio titular del ejecutivo federal, quien de manera constante e inclusive, públicamente, violenta, no sólo la Constitución, sino el resto de las leyes, violación que, acontece con la complacencia y la complicidad absoluta de los integrantes del congreso de la unión.


Nuestro país transita ante la anarquía y la impunidad, derivadas, tanto del gobierno federal como de los gobiernos estatales y para hablar de estados en los que, la impunidad es el pan de cada día, Jalisco es un ejemplo claro.


Este precioso estado en el que, los poderes legislativo y judicial, por unos cuantos granos de poder, se han sometido a los caprichos del ejecutivo, llevando a la ciudadanía por un derrotero que, nos sigue hundiendo en el fango más atroz.


El pueblo mexicano sigue sufriendo con el derramamiento de tanta sangre, la desaparición de personas y todo tipo de crímenes, acaecidos ante una desbordada inseguridad pública.

En cualquiera parte y a cualquier hora, conocemos de eventos en los que se cometieron crímenes, sin que la sociedad tenga un solo espacio seguro, dado que, nos encontramos igual de expuestos estando en el transporte público, en las instituciones públicas, en la vía pública, en los restaurantes, en los centros de trabajo, en nuestras casas, etc. Cualquiera que sea el lugar, es el crimen organizado quien, impera y gobierna desde hace ya varios años.


Volviendo al tema de los integrantes del congreso, referí al inicio que, hay excepciones y dos de esas excepciones para mí, lo son los senadores: Germán Martínez Cázares y Lily Téllez, quienes, con todo el valor civil, en términos propios, claros y de manera respetuosa, le exigieron al Secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval González (ante su presencia y con documentos en la mano) que, rinda cuentas ante el Senado de la República y dé, cabal cumplimiento a su disciplina militar, la cual le impone el reglamento que, el propio general Lázaro Cárdenas estableció para el Ejército Mexicano, al margen de la vida civil del estado mexicano y que, hasta hoy ha estado violentado impunemente y lo más preocupante es que, cuenta con la comparsa del Presidente de la República quien, desde mi punto de vista ignora lo que, es la disciplina militar.


Es hora ya de que, todos los mexicanos reconozcamos a quienes cumplen con su deber y denunciemos, a los legisladores de este país, federales o locales que, no son dignos de ocupar ese cargo.


Que el próximo proceso electoral, sea un escenario para reconocer a aquellos que, han trabajado en beneficio de México y los mexicanos. No sufraguemos a favor de quienes se han dedicado a traicionar a la patria.


Los Congresos de los Estados, así como el Congreso de la Unión, deben estar representados por hombres, realmente hombres y mujeres, realmente mujeres, dignos todos ellos de ese cargo, porque de lo contrario, todos seremos culpables de continuar en esta debacle histórica que estamos viviendo.


Dr. Luis Octavio Cotero Bernal.

Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos De la Universidad de Guadalajara.


0 visualizaciones

Comments


Anuncios
Ponte en contacto

¡Gracias por tu mensaje!

bottom of page