La intolerancia de la 4T es un camino abierto a la dictadura
Sin un pelo de…
Por Sergio Villa
Con la inclusión de The Economist, en la lista de los medios de comunicación que ahora critican abierta y sólidamente a la administración de Andrés Manuel López Obrador y su mal llamada Cuarta Transformación, se observa que el mundo está siendo testigo del nacimiento de un dictador, como lo menciona ese diario, el que podría ser el más duro de América Latina.
Ninguno de los dictadores que se adueñaron de países como Brasil, con Bolsonaro y otros, había sido tan mortalmente represivo y persecutor incansable de los contrarios políticos, entre ellos al expresidente Felipe Calderón, a veces a Peña Nieto y a sus funcionarios como Genaro García Luna y Rosario Robles.
Pero a ninguno le han echado a todos los perros como a organizaciones sociales, que han encabezado la lucha de la gente pobre, a pesar de que AMLO dice “primero los pobres”, como ha sido perseguida Antorcha Campesina, principalmente en el lugar de su nacimiento, el estado de Puebla.
Esta persecución infame alcanza ya otros estados como el de Veracruz en donde el gobernador lopezobradorista Cuitláhuac García que tolera a los grupos de delincuentes que se llevaron a 4 integrantes de la organización social, aunque finalmente han aparecido la secuela de la agresión a las comunidades es permanente, latente y pone en riesgo la estabilidad social.
Pero en donde se ha visto con mayor fuerza el uso del aparato del estado es en la búsqueda incansable de evidencias que les permitan acusar a los dirigentes de Antorcha Campesina, desde los gobiernos de los estados de morenistas y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda que encabeza Santiago Nieto.
Desde el principio Santiago Nieto es el más cercano a AMLO y este lo ha protegido incluso del Fiscal General de México, Alejandro Gertz Manero; pero le ha dado una total beligerancia que ha puesto en entredicho el estado de derecho y el derecho fundamental de todo mexicano que es su derecho a la presunción de inocencia.
Es necesario que se replante el papel del estado en el uso de la fuerza, que es legitima cuando se usa para la protección del ciudadano, pero que se corrompe cuando se usa para reprimir, someter o perseguir a organizaciones que dedican su vida al mejoramiento de la calidad de vida de los mas pobres de México.