USA mal de males

Sin un pelo de…

Por Sergio Villa

Inicia el 2019 y viene la reflexión de lo que hicimos en 2018, pretendemos concebir propósitos y metas a cumplir en 2019, pero para mí lo único que ofrezco y quiero en este 2019 es ser feliz y no dañar a nadie. Ojalá que tenga la sabiduría necesaria para lograr llegar a diciembre del próximo año y reconocer que hice lo que debía de hacer.

En ese análisis de lo que hicimos en 2018 reconozco que asumí un vicio que ahora ya lo veo difícil de quitar, el gusto por las series de televisión que me quitaron periodos de ocio e incluso conclusión de proyectos que espero que en este 2019 podrían estar en el mismo riesgo, pero conocer el género será una herramienta para mi trabajo.

Y en esta nueva afición que adquirí en el año que recién terminó, pude ver la serie Narcos México que me recordó la etapa histórica de esta ciudad de Guadalajara, en el inicio de mi ingreso a la profesión de la comunicación y la labor del reportero policiaco por lo que me toco cubrir los acontecimientos que se registraron por el secuestro y posterior asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena y del piloto de la SARH, Alfredo Zavala.

De la misma manera la presencia y actuación de los jefes policiacos federales, estatales y municipales; de los militares, de las agencias de los Estados Unidos que operaron aquí y de los actores políticos del país, del estado y de los municipios.

Me queda claro que se trata de una adaptación de una historia que se podría comparar con la serie de ediciones sobre la Revolución Mexicana que leí ya hace mucho; más de 15 libros o la de Pancho Villa que llevó a cabo Paco Taibo que me parece un gran libro, lastima de escritor, luego pienso que a lo mejor se lo hicieron.

Por lo que advierto de la serie es lo que en Estados Unidos jamás han querido reconocer que el crecimiento del narcotráfico en México fue un plan del gobierno de los Estados Unidos y que fue documentado en la Comisión Tower, de lo que no se dice nada en la serie; menos aún de que el agente de la DEA, Camarena fue asesinado por una orden de la CIA y que terminó en un enfrentamiento entre ambas.

Me hubiera gustado que Netflix, llevara la historia hasta el plan de Ronald Reagan para financiar al gobierno iraní en su guerra contra Irak y a los Contra que combatía a los del Frente Sandinista de Nicaragua.

Que documentaran la forma en la que el gobierno de los Estados Unidos bajo la tutela de Oliver North lograron llevar armas a ambos grupos por más de 47 millones de dólares en cuyo proceso involucraron al Cartel Guadalajara liderado, ahora sí bien explicado, por Miguel Ángel Félix Gallardo.

La participación de Miguel Nazar Haro y de José Antonio Zorrilla Pérez, directores de la Dirección Federal de Seguridad quienes llevaron a cabo el trabajo sucio para llevar droga a los Estados Unidos y de vuelta armas para los contras, en rutas abiertas de tráfico en la frontera de los Estados Unidos y hasta el momento aún no han cerrado.

La presencia en Guadalajara de Edén Pastora, “El Comandante Cero” de la Contrarrevolucionaria que combatió a al FSLN desde Costa Rica, del que se ha especulado que mientras estudiaba Medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara fue reclutado por la CIA para avivar el fuego de la revolución desde los contras.

Sobre las “charolas” de federal que portaban los del Cartel Guadalajara y el excesivo manejo de dinero que potenció el valor de las propiedades en esta ciudad, además de los negocios que han florecido al amparo del dinero de la droga que hasta el momento aún no han podido detener nuestras autoridades federales.

Por eso al llegar 2019 y al escuchar la estrategia de Andrés Manuel López Obrador y su Guardia Nacional basada en las policías militar, naval y como pegoste a la federal veo que se trata más de lo mismo; Desde Luis Echeverría hasta Enrique Peña Nieto el dinero del narco es el factor generador de la violencia.

Por lo que dejamos el 2018 como uno de los años más violentos y sangrientos de nuestro país, con carteles de la droga que se han vuelto intocables, indetectables y con un halo de impunidad que sólo se compara en 1982 cuando se promovió la droga para financiar planes políticos.