@EPN encabezó la conmemoración del Día del Abogado.
Ciudad de México a 12 de julio de 2018.- Al encabezar hoy la conmemoración del Día del Abogado, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, afirmó que “como mexicanos debemos sentirnos orgullosos de vivir en un país de leyes e instituciones; orgullosos además de que en nuestra Constitución existe un proyecto claro de nación que hemos delineado juntos, a lo largo de muchas generaciones”.
“Es un proyecto de nación que tiene a la justicia, a la libertad y a la democracia en el centro de nuestros más altos anhelos”, añadió.
En el evento, realizado en el salón Adolfo López Mateos de la Residencia Oficial de Los Pinos, el Primer Mandatario subrayó que en la elección del pasado 1 de julio, “sin duda, México reafirmó su convicción democrática y la madurez de la misma”.
“Fue una jornada electoral que auténticamente se convirtió en una fiesta democrática, en donde el pueblo de México se expresó de manera libre y eligió a sus autoridades”, refirió.
Indicó que el Gobierno de la República “actuó con estricto respeto a la ley, garantizando que ese proceso se viviera en un clima de armonía, de paz y de tranquilidad”.
Agregó que en esta etapa corresponde al Gobierno de la República “como lo hicimos desde el primer momento, reconocer el resultado de esa elección, apoyar y respaldar a las autoridades autónomas electorales, y también reconocer la participación de todas y todos los candidatos en este proceso democrático”.
De igual forma, añadió, “ofrecer garantías, respaldo y apoyo para que de aquí a que asuman sus responsabilidades prevalezca el orden, una transición ordenada, pacífica, eficiente; se brinden las condiciones de seguridad para quienes habrán de asumir sus responsabilidades, y con ello México acredite ante sí mismo y ante el mundo entero que es un país democrático que vive sus procesos en este clima de festividad cívica, y que es absolutamente respetuoso de los mismos”.
El Titular del Ejecutivo Federal dijo que el movimiento armado de 1910 en México “derivó en la Constitución social de 1917, que tomando en cuenta lo mejor de las anteriores logró sentar las bases para un país de leyes e instituciones”.
“Desde entonces, cada Administración ha edificado sobre los logros de las anteriores y ha corregido el rumbo cuando ha sido necesario hacerlo. En esta Administración tuvimos claro que el desarrollo de México no parte de cero cada seis años, pero que también era necesario llevar a cabo ajustes que habían sido pospuestos durante décadas”, destacó.
Aseguró que “para insertarnos en el siglo XXI era necesario contar con un marco legal más moderno y robusto, un marco legal que fortaleciera el Estado de Derecho, que dinamizara todos los sectores de la economía, que contribuyera a cerrar las brechas de la desigualdad”.
Puntualizó que “con el concurso de miles de mexicanos logramos concretar, en democracia, los cambios de fondo más importantes de nuestro marco legal en las últimas décadas”.
“Se trata de cambios estructurales que fortalecen nuestro régimen institucional, permiten acelerar el crecimiento económico y amplían los derechos de las personas”, enfatizó.
El Presidente Peña Nieto mencionó que “en esta nueva etapa, innumerables abogadas y abogados han estado detrás de las históricas transformaciones en materia de justicia cotidiana, juicios orales y el Código Penal Único”.
“Nuestros juristas son los arquitectos de las Reformas en materia de Derechos Humanos y Amparo, y también han sido protagonistas en la edificación de una nueva relación entre el Gobierno y la ciudadanía”, precisó.
Agregó que es una relación que “se sustenta en tres pilares: el Sistema Nacional de Transparencia, el Sistema Nacional Anticorrupción y la nueva Ley General de Mejora Regulatoria”.
Señaló que “la labor de los abogados también ha sido determinante en Reformas clave como la Energética, la Laboral y la Educativa, que han reconfigurado sectores enteros de nuestro país”.
“Las Reformas Estructurales que se concretaron en esta Administración partieron de un diagnóstico muy claro que identificó las principales barreras que limitaban el desarrollo de México. Estas Reformas se construyeron en un escenario de pluralidad, libertad y democracia, y ya se han traducido en beneficios tangibles para las y los mexicanos. Sin embargo, como es propio de las transformaciones estructurales, su mayor potencial habrá de desarrollarse en los próximos años”, expresó.
Reiteró su reconocimiento a las diversas fuerzas políticas “que con visión de Estado supieron anteponer el interés de México a ventajas partidistas”.
“Las Reformas no tienen sello personal ni color partidista; su único fin es el bienestar colectivo. A diferencia de otros momentos en nuestra historia, hoy estos cambios son producto de una democracia madura. Cada Reforma a la ley fue resultado de un proceso en el que participaron los tres Poderes y los tres órdenes de Gobierno, pero también la sociedad civil”, subrayó.
El Ministro Luis María Aguilar Morales, Presidente de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, afirmó que “en los sistemas democráticos, el papel de los abogados es fundamental para garantizar a todos los ciudadanos un acceso adecuado a la justicia y a las reparaciones. Su contribución importante y concreta al eficiente funcionamiento de la democracia y el goce de los derechos humanos debe tenerse presente. No hay verdadera sociedad democrática si no tiene justicia”.
Destacó: “me queda claro, no puede haber la menor duda para nadie ya: el pueblo de México está consciente de su calidad democrática y la ha ejercido de manera ejemplar, de manera pacífica como los más civilizados pueblos del mundo, y ha decidido en libertad por el mejor candidato que así ha considerado en alguien que durante años, dentro del sistema mismo de la democracia, buscó pacíficamente la confianza de la sociedad”.
“Y con toda institucionalidad”, agregó, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, “actuó con independencia e imparcialidad con el objeto de favorecer, dentro del Estado de Derecho, el respeto a la voluntad del pueblo de México”.
Aguilar Morales expresó su “plena convicción de que la independencia del Poder Judicial es un componente esencial del derecho a un juicio imparcial y del Estado de Derecho. El requisito de la independencia e imparcialidad de los jueces no es una prerrogativa ni un privilegio que se les reconozca a los jueces en su propio beneficio, sino que se justifica por la necesidad de que puedan ejercer su función como guardianes del Estado de Derecho y de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas”.
“Como tal, la independencia del Poder Judicial debería ser considerada por todos los ciudadanos, y por todo órgano del Estado, como una garantía de verdad, de libertad, de respeto a los derechos y de justicia imparcial libre de influencias”, refirió. “La independencia del Poder Judicial es la que garantiza el equilibrio de los poderes, la defensa de la Constitución frente a la arbitrariedad de las autoridades y un freno a los atropellos de las mayorías frente a las minorías”, puntualizó.