El peso de la historia: Panteón de Belén
Por sus pasillos y en sus escondrijos se teje la historia; las leyendas se mantienen al abrir sus puertas en el Día de Muertos.
· Hace 171 años era el único cementerio de Guadalajara y durante 50 años recibió la historia de Jalisco.
Guadalajara, Jalisco a 18 de octubre de 2017.- En México la arquitectura mortuoria es un arte que cubre grandes espacios; cementerios de hace 200 años adornan las ciudades antiguas de México; en Guadalajara desde hace 171 años se abrió el Panteón de Santa Paula hoy se le conoce como el Panteón de Belén.
El Panteón de Belén se localiza en la zona centro de Guadalajara, fue la orilla de una ciudad que apenas contaba con 100 años y apenas llegaba a las barranquitas al norte de la urbe; fue construido a un costado del Hospital San Miguel de Belén y que luego fue nombrado como Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, en honor a su fundador.
Ya viene el Día de Muertos y la visita al Panteón de Belén es el punto de mayor interés en esta ciudad del occidente de México, acudimos a la calle Belén en el número 648, a un costado de lo que fue el Servicio Médico Forense.
Hospital; Semefo; Panteón.
Ese es el triángulo que yo conocí, pero al conocer a Francisco Palacios Álvarez, el Director del Museo Panteón de Belén, observé otra cara de ese pequeño espacio de 144 por 144 metros, con un ingreso central; un mausoleo en el centro y cuatro áreas por donde se observan tumbas, monumentos, arte.
“Paco”, como me lo presentaron es un hombre dedicado, profesional, conocedor y sobre todo estudioso; al llegar al Panteón de Belén llegó con una meta, convertirlo en un museo que brillara por sí mismo dentro de los puntos de interés que ofrece la ciudad.
“Lo que tratamos de destacar es el arte funerario, los hombres ilustres, la arquitectura”, expresa al empezar una entrevista de la que es prolífico, conocedor y advierte que asumió la dirección del Museo Panteón de Belén el 18 de enero de 2010, con la administración municipal de Jorge Aristóteles Sandoval, había dejado el Planetario Severo Díaz Galindo y lo mandaron a rescatar este espacio.
Recuerdo que el Panteón de Belén fue durante un buen tiempo sede de la fosa común, pero pronto la mandaron al Panteón Guadalajara; era y sigue siendo el Director del Servicio Médico Forense el Doctor Mario Rivas Souza.
Las crónicas establecen que ese aledaño del Hospital Civil sirvió como campo santo; pero fue hasta 1848 cuando el arquitecto Manuel Gómez Ibarra, cuyo mausoleo se localiza en la esquina norte, por orden del Obispo Diego de Aranda y Carpinteiro construyó los edificios y diseñó los espacios para que fuera nombrado el “Panteón de Santa Paula de Belén”.
Pero eso fue hace 171 años, apenas en 2010 cuando llegó “Paco”, se encontró con un espacio abandonado, destruido, lleno de maleza y basura de los árboles, hay muchas especies pero la que más tira desechos son los guayabos, sobre todo en verano cuando la fruta se cae y se esparce por las tumbas.
“Se adecuaron las áreas, se diseñaron corredores, se documentó la existencia de los restos de personajes que construyeron la historia de Guadalajara para programar la entrada de grupos que son acompañados por guías capacitados en cada uno de los monumentos que aquí se localizan” nos ilustra Francisco Palacios.
Su conocimiento que ofrece sobre las historias que entre las tumbas se documentan del Panteón de Belén lo obliga a definirse: “Soy administración de empresas y he estado en contacto con la filosofía y la historia”, por ello es acucioso, investigador, sistemático y estudioso.
“Lo primero que hicimos fue poner orden al ingreso, había vandalismo, pusimos cadenas, horarios, disciplina y se aplicaron los protocolos de Protección Civil” y luego reconoce que son muchos los interesados en ingresar, al señalar: “Aproximadamente metemos dos mil personas en un día, en el Día de Muertos y se quedan afuera una cantidad igual; ya no se pueden meter más por mantener el control y la tranquilidad”.
Luego demuestra su profesionalismo al advertir: “Este es un lugar muy importante, ya está catalogado cono Monumento Histórico por el INAH, CONACULTA y estamos en busca de que la ONU lo reconozca como patrimonio de la humanidad”.
Pero también reconoce a sus colaboradores: “Afortunadamente las personas que trabajan aquí son personas que se ponen la camiseta los entrenamos para manejo de masas, historia de Jalisco, psicología y personajes que fueron exhumados en este histórico Panteón de Belén”
“Cuento con 10 guías que se distribuyen en todos los horarios para cubrir a todos los grupos que vienen con el ánimo de conocer las leyendas, dice, pero: “ Quitamos leyendas pero documentamos historias por lo que el Panteón de Belén ahora es más creíble ya que se les narran los aspectos de la vida de los personajes que aquí fueron exhumados”.
“Vienen a conocer al Vampiro, se van conociendo quien fue Joaquín Angulo, conocen de arte mortuorio, les platicamos de la Guerra de 3 años, de la de Reforma, de las disputas de los conservadores y los liberales” se les muestra la Guadalajara del siglo XVII.
Y que le ha invertido: “Horas hombre de investigación, de fechas, de historia de los personajes que fueron enterrados aquí, se han diseñado guiones para que el servidor público los lleve por estos corredores”.
Pero no se quedó adentro; ya que anuncia: “Estamos haciendo un recorrido extramuros, por primera vez y los visitantes conocen El Santuario, Las cuadritas, El Hospital Civil y culminamos en el panteón de Belén, haces un recorrido histórico y conoces la sensibilidad de lo religioso, la humanidad, la salud y la muerte”.
“Naces, te socializas, te atiendes y mueres” sentencia.
“El panteón de Belén fue operable de 1846 a 1896, fue el último año que se abrió este lugar y se cerró por saturación de gérmenes, a las personas se les dio un espacio en el Panteón de Mezquitán y legalmente paso a posesión el estado”, de esta manera ya es museo.
Recorrimos con su guía experta los corredores donde están los restos de personales ilustres como:
Esteban Alatorre.
Joaquín Angulo.
Fortunato Arce.
Jesús Camarena.
Juan Carlos González Velázquez.
Juan N. Cumplido.
Gregorio Dávila.
Pedro A. Galván.
Aurelio L. Gallardo.
Manuel Gómez Ibarra.
Epigmenio González.
Alfonso Gutiérrez Hermosillo.
Ignacio Herrera y Cairo.
Juan B. Matute.
José Silverio Núñez.
Aurelio Ortega.
Alfredo R. Plascencia.
Dionisio Rodríguez.
José Rolón Alcaraz.
José Justo Corro.
Con su experta visión nos guía al centro al mausoleo que se alza en el centro del panteón; se trata de un monumento que fue el la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres; ahí también hay gavetas que albergaron a personajes que han sido fundamentales para la historia de Jalisco.
El recorrido es interesante, absorbe el tiempo y será mejor que programe un recorrido; abre sus puertas de martes a domingo y los grupos ingresan por la mañana y por la noche.
Que lo disfrute.